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The Darjeeling Limited
Dirección: Wes Anderson
Guión:
·
Wes
Anderson
·
Roman
Coppola
·
Jason Schwartzman
Protagonistas:
·
Owen Wilson
·
Andrien Brody
·
Jason Schwartzman
Año: 2007
Género: Comedia Drámatica
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Con un tono
dramático-irónico Wes Anderson nos presenta The Darjeeling Limited. Es un
largometraje que podría definirse como fuera de lo común: diferente. Es una
historia llena de enredos donde se puede observar la complejidad del ser humano
tras su incesante búsqueda del cariño, la aceptación, el sentimiento de
pertenencia y que tiene como elemento esencial la historia de una familia
disfuncional que busca volver a unirse.
Cuenta con un lenguaje lento
que hace pesada la lectura de la película. Considero que su público meta son aquellas personas que gustan del cine de arte o indi, que cuentan con un previo conocimiento sobre el trabajo de Anderson.
Las excelentes actuaciones
por parte de sus tres protagonistas: Owen Wilson (Francis), Andrien Brody
(Peter) y Jason Schwartzman (Jack) retratan de excelente manera lo complicado que
resulta cuando conviven personalidades tan diversas en situaciones
inimaginables.
Es una historia enredada que
se encuentra fragmentada en dos: primero la
presentación de un prologo, y posteriormente la película. Puede ser un
poco enredado, desconcertante y hasta frustrante el hecho de que no exista una
relación inmediata entre el prologo y el comienzo de la película, además de que
es muy notorio el brinco de ritmo entre uno y otro, lo que puede generar que el
largometraje se perciba lento, cansado, repetitivo.
Por un lado el prologo
presenta un diálogo sencillo y sin complicaciones, donde la historia se va
dando de una manera muy fluida y que no necesita de mayor información para entender
la situación entre los personajes, con excelente música que es el refuerzo
perfecto a las imágenes, a las que se les carga mucho peso en ciertos detalles
como el palillo que Natalie Portman siempre trae en la boca, los moretones que
presenta en su cuerpo y el el i-pod. La toma panorámica que se presenta al final
del prologo retrata a Italia de una manera lúgubre, sombría, nostálgica, al
igual que la historia que de desarrolla en ese cuarto de hotel entre aquellos amantes.
Por otro lado, un
largometraje con un ritmo bastante lento que desde mi perspectiva llega a hacer
cansada la historia. Tras ese ritmo lento se presentan las historias de tres hermanos. El mayor de ellos Francis es un hombre duro al que le cuesta mucho
trabajo mostrarse, seguro de sí mismo, calculador, que busca siempre tener el
control de la situación y que se rige a un plan pre-diseñado, con una notable
carencia de amor y afecto que lo lleva a querer reunir a su familia.
Peter el hermano de en
medio es un hombre serio, un tanto negativo, desconfiado y hermético que no se
encuentra del todo convencido ni agradado con el viaje.
Jack el menor,
es un hombre creativo, un tanto ensimismado que tiene dificultades para
expresar aquello que siente u opina, que evita el conflicto y cuando se
encuentra en medio de prefiere huir a enfrentarlo. Un hombre aferrado a aquellas
relaciones destructivas, que tiene evidentes problemas para decir no.
Los tres hermanos comparten
esa constante búsqueda de amor y afecto que les fue negada por sus padres, además de que tras la
convivencia en el viaje podrán encontrarse consigo mismos y superar el peso tan
fuerte de encontrarse atados a un pasado que lo único que hace es lastimarlos.
Los hermanos Whitman se
enfrentarán a circunstancias imprevistas en donde podrán comprobar que la vida
no se puede planificar, ya que existen situaciones ajenas que pueden modificar cualquier itinerario. Ejemplo de ello es cuando los corren del tren y lo primero que piensan es separarse y regresar a su vida habitual, pero sus planes sufrirán un cambio cuando en su camino encuentran a tres niños queriendo cruzar el río y observen a los niños en peligro al caer al río.
Sin pensarlo los Withman se lanzarán a salvar a los niños, pero será aquel al que intentó salvar Peter el que pierda la vida. Tras su muerte, y al encontrarse en su velorio, los hermanos recordaran la muerte de su padre y esto les hará repensar las cosas e irán a buscar a su madre. Al encontrarla y darse cuenta que a pesar de lo mucho que la necesitan, ella prefiere ayudar a otras personas, se liberarán del tormentoso pasado que cargan en esas maletas.
Anderson a través de los
paisajes utilizados para la película nos presenta un acercamiento a los usos y
costumbres que se viven en Inidia, esa parte tan sagrada y arraigada para ellos
como es la adoración a sus deidades y los rituales que implica el fallecimiento
de una persona. Se puede observar una Inida atrasada, carente, pero que cuenta
con una riqueza cultural impresionante.
De una manera muy peculiar
Anderson se burla de aquellos percances que se suscitan cuando alguien decide
emprender un viaje espiritual a un país en donde no se conoce el idioma, los
usos y costumbres. Durante su viaje espiritual, los Whitan
descubrirán que lo valioso de ese viaje es el que se hayan
rencontrado y el haber recobrado esos lazos de amor y confianza que estaban
perdidos.
El que la película finalice cuando los hermanos abordan otro tren, esta vez liberados del pasado (sin maletas) me da la impresión de que el director nos quiere decir que siempre se pueden volver a intentar las cosas, que existe la oportunidad de cambiar aquellas cosas que no nos gustan.
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